La decisión de excluir de la cobertura pública los anticonceptivos de última generación es una medida que perjudica a las mujeres.
Es una decisión cobarde porque, como suele hacer Ana Mato, no se ha explicado ni anunciado de manera pública. Una simple instrucción del ministerio de sanidad ha servido para dar un paso atrás de muchos años en la política de igualdad en España.
Mato traiciona su condición de mujer y su condición de ministra de sanidad y de igualdad.
Las consecuencias de esta medida se pueden traducir en más embarazos no deseados y con ello más posibilidades de aborto.
Pero también, al «descremar» la calidad de la cobertura de la sanidad pública, genera otro argumento más para el deterioro premeditado del sistema público.
Y, sin duda, supone un paso más en la política ideológica del gobierno del PP en contra de la salud y la libertad sexual de la mujer. Un paso más, junto al anunciado cambio en la ley del aborto.
Y creo que hay que oponerse con todas nuestras fuerzas a estas decisiones.
Cuando volvamos al gobierno, el PSOE repondrá estos destrozos en la igualdad y en la salud sexual de la mujer.
Pepe Martinez Olmos
Esta señora ministra se pasa varias estaciones,va en contra de la Constitución,es discriminatoria,ya con el COPAGO se pasó 10 estaciones y no pasa nada,cargando a los abuelos con el MEDICAMENTAZO,bueno nos queda ver que utilizan la mayoria absoluta para avasallar a los de abajo y en detrimento de todas las clases sociales,sobretodo las de abajo.Saludos.