Nunca he tomado una copa en el bar del Congreso de los Diputados. El precio de los «gin tonics» en el Congreso ha saltado a la actualidad informativa y ha generado malestar, indignación y cierto «cachondeo» entre la ciudadanía.
Ayer tuve conocimiento por la prensa del contenido de los pliegos de bases de la convocatoria del concurso para adjudicar la gestión del servicio de cafeterías en los edificios del Congreso.
Lo desconocía, y su contenido creo que debe ser modificado en lo que se refiere al precio de servicios y productos para Diputados.
Ni un sólo privilegio me parece adecuado.
Lo que antes pudo parecer adecuado o sin trascendencia (a lo mejor porque no se conocía), hoy con la crisis y la situación de necesidad de millones de familias en España, no está justificado.
Espero que el presidente del Congreso, haga las rectificaciones oportunas.
Pepe Martínez Olmos