Aplaudir a los estafados por las preferentes es mostrar apoyo y solidaridad
Ayer viví momentos duros en el Congreso. Observar a tantas y tantas personas estafadas por las preferentes como había en la tribuna de invitados y ver su indignación por la falta de soluciones reales a sus problemas, me partió el alma.
Ellos y ellas, estaban peor que yo. Sin duda.
Pero soy una persona con sensibildiad. Soy un diputado de un partido de izquierda. Y no soy indiferente ante la enorme injusticia cometida contra estas personas. Mayores muchas de ellas y que han perdido sus ahorros.
Como tampoco soy indiferente ante la ineptitud y responsabilidad política que en esta y otras cuestiones caracterizó la gestión de la anterior vicepresidenta económica del Gobierno Elena Salgado, y que tanto daño ha hecho a la credibilidad de mi partido. El PSOE.
Pero esa responsabilidad política ya la hemos pagado en las urnas y la hemos asumido en el debe de nuestra gestión, que tendremos que rectificar.
Ahora bien, ello no obsta para estar al lado de estas personas, solidarizarse con su indignación y exigir al Gobierno de Rajoy que debe cumplir con su obligación de resolver de verdad esta enorme estafa y esta enorme injusticia.
Aplaudí en solidaridad con su indignación y en solidaridad con ellos y ellas. Lo hice y lo seguiré haciendo.
Eso no significa apoyar sus insultos. Que nadie manipule mis actos.
Es un aplauso que expresa solo una cosa: que aplaudir a los estafados por las preferentes es mostrar apoyo y solidaridad.
Mi apoyo y mi solidaridad.
Y estoy seguro, que el apoyo y la solidaridad de todos los socialistas. Socialistas que, conscientes de algunos errores graves cometidos, trabajamos cada día para corregir esos errores y solventar los problemas de la gente.
Pepe Martínez Olmos